EL felón Zapatero.


No sé a vosotros lo que os parecerá, pero toda esta crisis que se nos ha venido encima atufa a estar muy bien organizada. En principio es el cataclismo del sistema financiero que nadie controla, el causante de toda esta barbarie económica que se nos ha echado encima. Los bajunos negocios y los grandes desfalcos de estas avariciosas entidades especulativas, que siempre abominaron del control democrático de los Estados, son las que ahora obligan a los gobiernos a que vayan en su socorro, utilizando el dinero público de todos los ciudadanos para mantener este sistema económico imperante, que no es mas que un capitalismo salvaje. 

En España, Zapatero dice que nuestro sistema financiero es sólido, pero corre a poner a disposición de los bancos un fondo de hasta treinta mil millones de euros cuyo reparto entre las diversas entidades se hace con el mayor de los sigilos y sin transpariencia democrática alguna. El PSOE, con su presidente a la cabeza, continúa a la sazón asegurando que no tocará un ápice de los intereses de los trabajadores y jubilados, y que no dejará en la cuneta a los damnificados de este terremoto económico que otros han provocado.  

En Europa algunos dirigentes hablan ya de poner coto al libertinaje financiero, e incluso se manosea la oportunidad de imponer la famosa "Tasa Tobin", que cubra futuras catástrofes parecidas. Pero Zapatero no abre boca sobre estos importantes asuntos a pesar de ser uno de los pocos líderes socialistas que quedan en Europa. Zapatero no arremete ni habla de poner coto a  los desmanes del sistema financiero, como sí lo hacen Obama, Sarcozy y otros. Sin embargo, pronto el poder político en un notable gesto de debilidad, ––calculado o no–– se pliega al poder financiero, el cual aprovecha para tomar las riendas y dictarle a Europa un nuevo y durísimo protocolo para salir de una crisis que ellos mismos han provocado. En el punto de mira está acabar con la sociedad del bienestar, y sobre todo, con las legítimas mejoras del mundo del trabajo. Entran en funcionamiento los temibles Rescates.  Grecia es la primera víctima del sistema financiero, que a través de las vergonzosas evaluaciones de las agencias económicas, hunden a la población y a su clase trabajadora en la mayor regresión de derechos adquiridos de su historia. De esta manera los responsables de la barbarie especulativa lejos de ser castigados, se crecen ahora ante "el no sabe, no contesta" de los gobiernos europeos, y amenazan, poniéndo en la picota la viabilidad económica de los pueblos de nuestro entorno. Irlanda cae y Portugal también. Pero, ¿qué pasa en España? 

La derecha de Rajoy y sus medios de comunicación vociferan mano dura contra los trabajadores, que ahora parecen ser los causantes de la crisis, y Zapatero pierde el culo ante las llamadas de Merkel y el vampiresco Trichet. De la noche a la mañana nuestro presidente se olvida del programa electoral con el que ganó las elecciones e impone lo que le dicta la derecha ultraconservadora. 
Arremete contra los jubilados y contra los trabajadores con unas medidas regresivas sin precedentes en España. Se hace la reforma laboral que desde hacía tiempo exigían los empresarios, y se modifica a la baja las Pensiones.  Muchos dicen que fue obligado por las circunstancias, pero es dificil de creer. Más bien Zapatero aguantó todo lo que pudo el engaño cara a su electorado, y al final hizo lo que tenía pactado hacer: ser el mamporrero de la derecha como ya en su tiempo lo fue Felipe González. 

Un Zapatero honesto podía haber dimitido antes de ir contra sus votantes y su propio programa con el que fue elegido; haber dejado a la derecha de Rajoy que acometiera las brutales reformas, pero no lo hizo. No lo hizo porque el PSOE es el gran felón de la izquierda, el que se encarga de hacerle los trabajos sucios a la derecha. Esto forma parte del paquete de pactos tácitos de la Transición, y por los que el PSOE abandonó su bagaje ideológico en Suresnes. El PSOE es la otra derecha, la más sucia y perversa si cabe, la quinta columna del poder económico en nuestro país.  Por algo, el señor Botín, la poderosa punta de lanza de nuestro sector financiero, invitó  a nuestro Presidente que continuara en el poder y que no dimitiera. Claro, a los banqueros les ha ido muy bien con el PSOE y este Presidente.

Para finalizar, otra vez llegan las elecciones, y ahora, según parece, le toca gobernar a un PP que ya tiene la cama hecha por el PSOE. Y este pueblo tonto irá a votar, creyendo que está participando en unas elecciones limpias, libres y democráticas. 

j.m.boix