Tuesday 15 November 2011

BAJO EL OJO DE POLIFEMO.



Estas elecciones no son unas elecciones cualquiera, son cruciales la miremos del ángulo que la miremos. La debacle de un PSOE traidor a su clase deja a una gran parte de la izquierda que le votó en una peligrosa orfandad de la que tiene que salir de manera urgente. Máximo en los tiempos que corren, con una Europa dominada por ladrones y dispuesta a acabar con el estado del bienestar y un Partido Popular que pretende alzarse como “salvador” de una ruina que, sin duda, pretenderá perpetuar a favor de los ricos. Porque no nos hagamos ilusiones –quien se las haga — de que el PP va a estabilizar el país en lo que refiere a la superación del desempleo, la estabilidad de las ayudas a los desempleados, la recuperación de las pensiones, etc. Nada de eso. La felona y corrupta política socialista al extenderle la alfombra roja a la gran derecha hasta el límite de cambiar la Constitución como garantía de pago a los banqueros, es un maldito y envenenado legado a las clases populares y trabajadoras. El PSOE no sólo les ha ofrecido a las hordas de la derecha la cabeza en bandeja del trabajador, sino que también un derecho “sine die” de pernada contra un pueblo llano que se desangra con cinco millones de desempleados.

En estos momentos y más que nunca, debemos mantener la cabeza lúcida y taparnos los oídos frente a los mágicos cánticos que la vieja Circe nos ofrece para atribularnos ante el próximo 20-N en favor de Polifemo. Porque la abstención, el voto nulo o en blanco favorece a este Cíclope ad portas dispuesto a devorarnos. No podemos titubear, ni pensar en soluciones peregrinas de última hora. Debemos aparcar nuestras sempiternas diferencias y votar. La partida está pérfidamente amañada entre los dos grandes partidos de derecha, PP y PSOE, para asestar un definitivo y mortal jaque y mate contra el pueblo trabajador en este próximo 20-N. Nunca estuvieron las cosas tan claras como ahora.

Creo con toda la honestidad que debemos concentrar nuestro voto en Izquierda Unida, que es la única alternativa posible que tenemos en la izquierda. Debemos darle a Cayo Lara esa confianza, ese poder necesario en número de votos para que frene a una bestia que hoy anda más libre que nunca. Porque este nuevo y moderno formato de fascismo que nos asfixia no necesita de sangrientos espadones, al disponer como dispone de tanto gobierno y político corrupto. La reconversión de nuestra democracia en un apestoso lupanar ha favorecido esta colosal coyunda a los más débiles por parte de una plutocracia que ha decidido tomar el mando sin concesiones.
No son tiempos de seguir dando cuartelillo a la desesperanza. Debemos movilizarnos e ir a votar. Depositar nuestras esperanzas en esa única alternativa de clase que nos queda: Izquierda Unida. Los demás experimentos, mejor con casera.
j.m.boix

Wednesday 2 November 2011

Papandreu defiende que 'la democracia está por encima del apetito de los mercados'

                                                                         Foto El Mundo

Al fin, parece que hay un demócrata en Europa. Esta frase de Papandreu debía haber sido coreada por todos los gobiernos que se dicen democráticos y que, por el contrario, sirven con devoción a esta barbarie impuesta por los perros del dinero. Unos perros que no terminan nunca de saciarse con la teta inacabable de una crisis que parece estar bien calculada. Para empezar a solucionarla habría que echar a patadas a todos los actuales políticos europeos y reemplazarlos por demócratas al servicio de la ciudadanía y no de los mercados. 

Porque ya está bien de una crisis que no comenzó, precisamente, por el impago de ninguna deuda soberana de los paises hoy en jaque, y sí por la propia gestión catastrófica de ese mundo financiero que operó como un bandolero al margen de los Estados y de la propia democracia. Ahora, sus voceros lacayos –– incluidos los tertulianos radiofónicos y televisivos de siempre –– nos están vendiendo la película al revés, como si  la "sociedad del bienestar" y los salarios laborales fueran los causante de una debacle económica que repito, parece programada por aquellos que se están poniendo las botas con ella.
 No soy economista ni nada que se le parezca, pero los que lo son tampoco parecen serlo. 

Porque al margen de la suma gravedad de los acontecimientos, es de un carcajeo munumental estas reuniones de los grandes de Europa que prometen solucionarlo todo con más recortes para los pueblos y más dinero al lobo banquero, unas soluciones que se quedan en pavesas a los dos días, y vuelta a empezar con más dramáticas reuniones, más recortes, más dinero al lobo y así, ad infinitum. Si esto es una política económica, que venga Dios y lo vea.
Lo que está claro es que con estos villanos y ramplones procedimientos nos están robando la democracia, la cartera y la propia vida, y eso el ciudadano lo tiene claro. Ahora Papandreu se enfrenta a desertores de su propio partido que rechazan la legítima vía democrática de un referendum para consultar a unos griegos que han perdido su soberanía y cuyo destino como pueblo se dilucida en los fríos e inhumanos despachos de los grandes bancos franceses y alemanes. Pero éstas son las ratas de siempre, las que abandonan el barco cuando ven peligrar sus sueldos y privilegios si no hay rescate. Las mismas que tenemos en España y en abundancia.

Es difícil saber lo que va a pasar pues los ciudadanos, más pacíficos y honrados que los propios gobiernos, no tienen más armas de defensa contra esta ignominia que la de manifestarse pacíficamente. Porque un paso más allá en la lógica protesta popular nos encontraríamos con una brutal represión dispuesta a ensangrentar las calles para defender un estado de derecho que proteje el latrocinio de estos perros del dinero. 

j.m.boix